Junta de Accionistas 2020. Fuente: ABC de Sevilla |
Lo decía el otro día a través de mi cuenta de Twitter y sigo pensando lo mismo: en este club no existe el gris, es todo o blanco o negro. Por supuesto que todos estamos hastiados con un equipo que año tras año sigo estancado en la mediocridad deportiva, que hace un año medianamente bueno por década y a cambio te da tres temporadas de "sustos", alguno de ellos más que confirmado en forma de descenso.
Pero más cansado me encuentro y más pena me da el ver que no hay una voz autorizada que alce la voz y presente una alternativa seria. Y no amigos, no os compro que Serra lo haya hecho. A Serra lo han utilizado al igual que a todos los que habéis sindicado en él. No había alternativa, no había nada. Lo han erigido al frente de una candidatura que era humo, que presentó un decálogo de nueve puntos lleno de obviedades como que con ellos la prioridad iba a ser ganar, ganar y ganar (no me jodáis, esto es un club de fútbol) o que se iba a empezar a respetar a toda leyenda del club (algo que si fuésemos un club normal habría que darlo por sentado).
Y en estas están todos los que sindicaron sus acciones con ellos, en todo su derecho, faltaría más, pero que en la mayoría de los casos lo hicieron engañados, porque se pensaban que lo del lunes era un proceso de elecciones. Algo que desde Es Posible Otro Betis no aclararon en ningún momento, no sé si como estrategia para agrupar un mayor número de acciones, pero está claro que no salió bien.
Porque lo siento pero a mi un proyecto en el que todo sea Serra, sin más explicaciones, no me vale. Yo quiero a Don Lorenzo dentro del club, lo tengo claro, porque no hay otra persona que me haya hecho celebrar más victorias del Betis y dudo, visto el panorama, que la vaya a haber. Pero no lo quiero como parapeto ni escudo de nadie, usado por unos cuantos que quieren alzarse con el poder a su costa. Y no digo que en un futuro EPOB no pueda presentar una alternativa seria, es más, ojalá así sea y a la mayor brevedad posible, pero está claro que su inicio no ha sido el más alentador.
Y termino hablando de los actuales dirigentes, porque cualquiera que me lea en estas líneas pensará que soy un trincón de Haro y Catalán visto como está el patio. Y no. Tengo una opinión muy clara al respecto de ellos y ningún problema en exponerla. Creo que su ciclo en el Betis terminó, que no paran de tocar teclas en busca de un acierto desesperado que calme al beticismo como ya sucediese en el primer año de Setién, y creo que lo único que les salva a día de hoy es que precisamente hasta hace escasamente un mes no ha habido una oposición unida y visible que les haga cosquillas.
Por ello tampoco entiendo a quienes los defienden a capa y espada como si el Betis sin ellos se fuese a desaparecer. Han hecho cosas positivas, está claro, y siempre se les agradecerá que terminasen el Gol Sur. Pero no pueden vivir permanentemente de eso y de haber levantado económicamente el Betis post concursal. Esto va de proyectos deportivos y ahí, si hacemos balance, están más que suspensos.
Tristemente así es como están las cosas. Por un lado y por otro. Y yo de verdad que siento que estoy en medio de una guerra en la que me resulta muy difícil encontrar aliados, porque te obligan a posicionarte en uno de los dos bandos, cuando el mío es únicamente el de las trece barras.
Y en estas hoy jugamos. En una semana donde lo más bonito que nos ha pasado ha sido ver la cuarta equipación del Betis arrastrarse por Granada. Pero lo peor es que la guerra sigue, lo deportivo parece casi secundario, y mientras la pelotita no entre (que tiene pinta que esta temporada, otra vez, va a entrar poquito) yo tengo claro quién pierde en todo esto. Pierde el Betis.